Ingredientes:
Harina leudante 1 taza (o la misma cantidad de harina 0000 + 1 cda de polvo de hornear)
Azúcar común 1/2 taza
Mantequilla 100 g
Huevo 1
Ralladura de 1 naranja (o del sabor cítrico elegido)
Preparación:
Comenzamos batiendo la mantequilla blanda, casi derretida, con el azúcar.
Cuando hayamos formado una pasta homogénea y cremosa, agregamos la ralladura de naranja.
Pueden rallar la fruta con un rallador, o bien con un elemento como el que se ve en la foto que es un Microplane. Este utensilio
cumple la misma función que un rallador, pero se utiliza para cosas
pequeñas, por ejemplo, ralladuras en pastelería. Es muy filoso y permite
extraer la parte de la piel que nosotros queremos: sólo la cáscara
superficial y no el sector más blancuzco y amargo.
Ahora agregamos un huevo y seguimos batiendo.
Luego agregamos la harina de una sola vez y, con la ayuda de un cornet o espátula, integramos los ingredientes para formar una masa de textura blanda.
La masa obtenida debe ser como esta. Debemos intentar no trabajarla con
las manos para no ablandar su textura y como consecuencia tener que
agregar harina para llegar a la consistencia deseada.
Llevamos a la heladera 1 hora por lo menos, para que la mantequilla vuelva a enfriarse y la masa se pueda estirar.
Estiramos la masa fría sobre la mesada levemente enharinada. El grosor
de las galletas debería ser delgado. El cortante utilizado en este caso
fue de 5 cm, pero ustedes pueden adaptar la medida según su necesidad,
más grande o más chica.
Las acomodamos en una placa, separadas entre sí para que durante la
cocción -que se inflarán- no se peguen las unas con las otras.
Es importante que el horno esté fuerte y que no las llevemos más de 10
minutos a cocción. Solamente esperamos a que se doren los bordes para
retirarlas.
Es súper importante retirar las galletas de la placa apenas salen del
horno, cuando están bien calientes. Este paso lo haremos ayudándonos con
alguna espátula rígida que nos permita levantar las galletas con
facilidad y trasladarlas a una rejilla rápidamente. Este es el secreto
para que las cookies de naranja se vuelvan crocantes. Cuando las
levanten de la placa seguramente notarán que las cookies parecen ser
blanditas y se doblan fácilmente, aunque esto no significa que estén
crudas, ¡no las dejen de más en el horno esperando que se vuelvan más
duras!
Ahora sí... ¡nuetras crocantes galletitas de naranja están listas! Sólo
esperaremos unos minutos para que se enfríen y ya están listas para
consumir. Si su intención es guardarlas para comer en otro momento,
pueden empaquetarlas en bolsas de polipropileno, para regalar o para
mandarles a los chicos al cole, o bien, guardarlas en alguna lata o
frasco al resguardo de la humedad para que no se ablanden y pierdan su
textura crocante.
Recuerden que pueden adaptar estas cookies según su necesidad, variando
su tamaño o su sabor. Para hacerlas de chocolate o café reemplazaremos
el 10% de la harina utilizada por el ingrediente elegido. También
podemos sustituir la naranja por limón, mandarina, etc. o mezclar varios
sabores cítricos en una misma masa. Si somos más simples, retiramos la
ralladura y colocamos un poquito de esencia de vainilla.
Lo único que no recomiendo es variar su forma, dado que suelen
deformarse un poco en el horno, entonces realizar estrellas, corazones u
otras formas será en vano, dado que éstas no se conservarán despues de
su cocción.
Esta receta rinde aproximadamente 25 unidades.
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