Ingredientes:
1 cordero lechal
el zumo de una naranja
1 cucharada de postre de jengibre rallado (facultativo)
10 cl de jarabe de arce (el de las tortillas)
3 dientes de ajo
1 cebolla grande
1 cucharada (de las de postre) de orégano,
perejil
clavos
1 vaso de vino blanco
1 vaso de agua,
sal
Preparación:
Machaque un poco de sal con un poco de orégano, y con esta mezcla, frote bien el cordero.
Machaque los ajos, la cebolla, el perejil, los clavos y el orégano, añada el vaso de vino y otro de agua, y con este adobo, rocíe el cordero, dejándolo así durante tres horas. Mientras, ponga en un cazo el jarabe de arce con el zumo de naranja y el jengibre recién rallado y deje que cueza hasta que se reduzca más o menos a la mitad.
Pasadas las 3 horas, saque el cordero de su marinada y métalo en el horno, previamante calentado, en una cazuela de barro y untado con el jarabe reducido. Deje que se haga hasta que esté dorado por todos sus lados. Para evitar que se reseque, rocíelo de vez en cuando con su jugo, dándole la vuelta y untándolo con el jarabe para que quede bien lacado. Sáquelo, trinchelo recogiendo siempre su jugo y remuévalo. Ponga un poco de agua caliente en una cazuela, rasque con un tenedor el fondo y los bordes de la cazuela y caliéntela bien, para servirla en salsera aparte.
Puede acompañar este plato con unas patatitas al vapor espolvoreadas con menta picada o con unas verduras al horno.