Ingredientes:
6 huevos.
50 gramos de paté a la pimienta
300 gramos de patata
300 gramos de guisantes
50 gramos de mantequilla
Medio litro de leche
50 gramos de harina
Sal y pimienta
Preparación:
Cocemos los guisantes en un cazo con agua caliente hasta que estén tiernos, momento en el que los sacaremos y los llevaremos a un vaso triturador para hacer un puré con ayuda de la batidora.
Cocemos de la misma manera los huevos durante 10 minutos, los sacamos y los dejamos enfriar para poder manipularlos y pelarlos. Los partimos por la mitad, sacamos las yemas y reservamos.
Cocemos las patatas con piel en abundante agua caliente durante 20 minutos o hasta que, al clavar un cuchillo por la parte más gruesa de la misma, éste se desprenda con facilidad. Dejamos enfriar y pelamos.
Hacemos un puré con ellas y les agregamos la mantequilla y algunas cucharadas de leche para que la textura sea muy suave.
Mezclamos el paté a la pimienta –u otro que nos guste- con las yemas de huevo.
Empezamos a rellenar las claras con una capa de patata, una de guisantes y otra, la de encima, de paté.
Queremos que queden bien rellenos, así que seremos generosos en las capas. Recordar que lo ideal es montar el plato justo antes de servir para que todo esté caliente y no lo tengamos que recalentar.
Por último, realizamos una bechamel con la misma cantidad de aceite que de harina y la leche que nos ha sobrado. Cocinamos la harina en el aceite caliente para que después no sepa a crudo y le añadimos la leche, poco a poco, hasta conseguir la textura deseada.
Napamos los huevos, gratinamos en el horno durante unos minutos –si se quiere con algo de queso rallado- y servimos inmediatamente.
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