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viernes, 16 de septiembre de 2011

Receta de Pollo al horno con limón

Ingredientes:

Un cuarto de pollo por cada comensal o un pollo entero
Patatas (una patata grande o dos pequeñas por cada comensal)
Una cebolla grande
Sal y pimienta

Para la salsa:

Un limón
Un diente de ajo
Aceite
Un vasito de vino blanco
Una pastilla de caldo de verduras o de carne (según gustos)
Perejil
Colorante alimenticio

Preparación:

Ponemos el horno a una temperatura media de 220º y en la modalidad rotativa, que llegue el calor a todas las zonas por igual.

Lo primero que haremos será pelar las patatas que necesitemos y cortarlas en rodajas, nos da igual que sea de lo ancho a lo alto que viceversa, eso sí, tienen que tener un grosor aproximado de medio centímetro.

Cortamos en rodajas la cebolla, tampoco deben ser rodajas muy finas para evitar que se quemen.

A continuación, manchamos de aceite una fuente de horno y colocamos las patatas. Si hemos echado poco aceite podemos ayudarnos de las rodajas de patata para extenderlo por la fuente. Una vez que las tenemos todas colocadas, echamos un poco de sal por encima.

El siguiente paso será colocar los aros de cebolla por encima de la patata.

Salpimentamos el pollo y le hacemos unas pequeñas incisiones. Cortamos el limón a la mitad, y una de las mitades, la haremos rodajas. Algunas de ellas podemos cortarlas de nuevo a la mitad para introducirlas en las incisiones y que el pollo coja más sabor.

Si el horno está caliente, lo único que tenemos que hacer es introducir la bandeja y colocarlo por la mitad.

Mientras se hace el pollo, empezaremos a preparar la salsa.

En una sartén pequeña echamos un chorro de aceite, añadimos unos ajos picados bastante grandes para poder retirarlos cuando estén fritos, o bien, muy pequeñitos para que los comensales no se los encuentren.

Una vez que los hemos frito sin llegar a quemarlos, añadimos el zumo de limón del medio cítrico que nos quedaba, un vasito de vino blanco, un poco de perejil, una pastilla o media de caldo según los comensales que vayas a tener o lo sabroso que te guste la comida y un poco de colorante alimenticio.

Dejamos que se mezclen todos los sabores y que hierva la salsa durante unos minutos.

Nos fijamos en el pollo, si todos los lados del pollo que tenemos hacia arriba están dorados, será el momento de girarlos y echarles la salsa por encima. Si todavía está un poco blanco, espera a que se dore, no hay nada mejor que un pollo bien hecho por dentro y por fuera.

Consejo: De momento no conozco a nadie que no le haya gustado la salsa, así que prepara bastante para que dé para mojar con el pollo y a la vez hacer barquillos con el pan.