Ingredientes:
Una pechuga de pollo
Un huevo
Pimienta negra
Una pizca de sal
Pan rallado
Salsa de mostaza y miel
Tres cucharaditas de mostaza antigua
Cuatro cucharaditas de miel
Un chorro de aceite de oliva
Media cebolla morada
Un puñado de kikos
Un tomate
Gourmet Primavera-Verano de Florette
Preparación:
Las variedades de Florette ya vienen lavadas, pero a mí me gusta sacarlas de la bolsa para que cojan temperatura ambiente.
Trocea el pollo en tiras y salpimienta. Pon una sartén al fuego con un poco de aceite, pasa el pollo por el huevo y luego por el pan rallado, cuando esté caliente el aceite añade el pollo. Ponlo a temperatura medio alta para que vaya cogiendo un tono dorado el pollo y se vaya haciendo por dentro. Según lo tengas frito, lo sacas y reserva.
Preparamos la salsa de mostaza y miel en un recipiente, es muy sencilla. Mezcla las tres cucharaditas de mostaza antigua junto con las cuatro cucharaditas de miel, remueve y prueba. A continuación, si ves que está fuerte puedes añadirle un poco de aceite para rebajarlo.
En mi caso, la mostaza tenía un sabor fuerte y picante al final, por lo que el aceite ha sido estupendo para rebajar el sabor y que combine muy bien con los diferentes tipos de lechuga.
Prepara el resto de los ingredientes, la cebolla morada laminada y el tomate en gajos. Coge un puñado de kikos y aplástalos para que den un toque crujiente a la ensalada y se mezclen diferentes texturas en el paladar.
Para la presentación, he mezclado en un recipiente las lechugas junto con un poco de salsa de mostaza, el pollo, unos pocos kikos y la cebolla morada, así el aliño llega a todos los ingredientes. Después lo he volcado sobre la pizarra y en el lateral he puesto los gajos de tomate con un poco de sal y un chorrito de salsa de mostaza.
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