Un kilo de carne picada (ternera, cerdo, pollo lo que os guste)
Tres huevos
Uno o dos dientes de ajo
Pimienta negra
Sal
Perejil
Aceite de oliva
Tomate frito o natural
Preparación:
Lo primero que tenemos que hacer es poner la carne picada en un bol alto y añadirle la sal, la pimienta negra y el perejil. Mezclarlo bien para que estos condimentos lleguen a toda la carne.
Una vez que lo tengas es el momento de añadir los huevos, para ello pon a tu lado un plato y otro bol. Añade las yemas a la carne pero dos de las claras ponlas en el bol para montarlas a punto de nieve y la clara restante en el plato que utilizaremos para rebozar antes de pasarlas a la sartén.
Remueve con las manos para que la yema llegue a todas las partes de la carne. A continuación, monta las claras a punto de nieve y en cuanto lo tengas añádelas despacio, con movimientos lentos y suaves para que no se baje mientras lo unes a la carne.
En cuanto lo tengas es el momento de hacer las bolas de albóndigas, en mi casa las hacemos con las manos. Bate la clara restante como si fuera para una tortilla (es decir, no en exceso) y pasas las albóndigas por ella, lo pones en un plato para reservar.
Pones una sartén al fuego con abundante aceite y vas colocando las albóndigas, mejor hacer varias tandas que no que se te peguen y no puedas prestarle toda la atención necesaria. En cuanto entren en contacto con el calor verás la película que se forma con la clara de huevo.
Según las vayas teniendo doradas as vas sacando hasta que las tengas todas. Aquí es el momento en que separo aquellas que son para congelar para otra ocasión y las que voy a preparar para el guiso.
En este caso he puesto cuatro albóndigas por persona. He puesto otra sartén y he añadido la salsa de tomate con las albóndigas para que se vayan haciendo a la vez. En mi caso he utilizado el tomate de El Guiso que es casero y hecho con aceite de oliva, tengo que deciros que está increíble.
Mientras se hacían puse una cacerola para preparar un poco de arroz para acompañarlo.
Truco: La clara de huevo
La clara de huevo es sensacional para conseguir que tanto hamburguesas como albóndigas queden jugosas por dentro y doradas por fuera. Hace una película que permite que se vayan haciendo poco a poco y con el guiso queda sensacional.
Ya sabéis que las albóndigas podéis prepararlas de múltiples maneras pero con tomate son mis favoritas.
